Por el bien de la salud de quienes habitan una casa, la humedad es un factor que no debe ser descuidado. Y es que, cuando es excesiva, puede provocar problemas como el crecimiento de moho y hongos, malos olores, daños estructurales, y problemas respiratorios. Dicho esto, debemos tener clara la información sobre la humedad, ya que existen mitos sobre las humedades.
Antes de continuar, cabe destacar que la falta de humedad también puede tener efectos negativos, como sequedad en la piel y en las vías respiratorias, así como proliferación de ácaros y polvo.
Es fundamental mantener un equilibrio adecuado de humedad en el hogar para garantizar un ambiente saludable y cómodo. Afortunadamente, existen diferentes métodos y soluciones para controlar la humedad en casa y lograr un ambiente óptimo para todos.
Mitos comunes sobre la humedad en las casas
Existen varios mitos sobre las humedades en casa, a continuación, se presentan algunos de ellos:
1. “La humedad solo es un problema estético”
Este es un mito sobre las humedades muy frecuente. Si bien la humedad puede causar manchas y dañar la apariencia de las paredes, también puede tener consecuencias más serias. El exceso de humedad puede provocar el crecimiento de moho y hongos, lo que puede afectar la calidad del aire y la salud respiratoria.
2. “La humedad solo es un problema en casas viejas”
Este es otro de los mitos sobre las humedades de las casas, ya que, aunque las casas antiguas pueden ser más propensas a problemas de humedad debido a posibles filtraciones, falta de aislamiento adecuado o sistemas de ventilación obsoletos, la humedad puede ser un problema en cualquier tipo de vivienda, incluso en casas nuevas.
No importa si la casa es antigua o nueva, la humedad puede presentarse en cualquier tipo de construcción. Incluso en casas nuevas, pueden existir problemas de aislamiento o filtraciones que generen humedad.
La humedad en el hogar puede tener diferentes causas, como actividades diarias como cocinar, bañarse o lavar ropa, fugas de tuberías, infiltraciones de agua por grietas o defectos en la estructura de la casa, y falta de ventilación adecuada. Además, la ubicación geográfica también puede influir en la cantidad de humedad presente en el aire.
3. “Abrir las ventanas soluciona el problema de humedad”
Si bien ventilar adecuadamente es importante para reducir la humedad, no siempre es suficiente (otro de los grandes mitos sobre la humedad de las casas). En ambientes muy húmedos, la ventilación puede no ser efectiva y pueden ser necesarias medidas adicionales.
Al abrir las ventanas se permite la entrada de aire fresco y ayuda a mejorar la circulación del aire, lo cual puede ayudar a reducir la humedad en espacios cerrados. Esto es especialmente útil después de actividades que generan humedad, como cocinar o ducharse.
Sin embargo, si hay un problema estructural o una fuente persistente de humedad, simplemente abrir las ventanas no resolverá el problema por completo. Pueden existir filtraciones de agua, fugas de tuberías o problemas en el sistema de drenaje que deben ser reparados.
4. “La humedad solo se produce por filtraciones en el techo o paredes”
No necesariamente. Si bien las filtraciones de agua son una de las principales causas de humedad en los hogares, no son la única razón por la que se produce la humedad. Este es otro mito sobre la humedad debido a que hay varios factores que pueden contribuir a la acumulación de humedad en un espacio cerrado.
Además de las filtraciones, otras fuentes comunes de humedad pueden ser la condensación, la falta de ventilación adecuada, fugas en las tuberías, el uso de electrodomésticos que generan humedad (como lavadoras o secadoras) y la presencia de moho o hongos.
La condensación, por ejemplo, puede ser el resultado de cambios bruscos de temperatura entre el interior y el exterior de un espacio, especialmente en áreas donde hay poca circulación de aire. Esto puede ocurrir en climas fríos o durante la temporada de invierno.
5. “Si no veo moho, no hay problema de humedad”
Este es otro mito sobre la humedad, pues el moho puede crecer en áreas invisibles a simple vista, como detrás de las paredes o en el tejado. Además, incluso si no hay moho visible, aún puede haber niveles altos de humedad en el ambiente, los cuales pueden ser perjudiciales para la salud.
La humedad puede acumularse en diferentes formas y condiciones en un hogar, incluso sin que sea visible a simple vista.
Por ejemplo, la humedad puede estar presente en las paredes, los techos, los suelos o incluso en el aire sin la presencia de moho visible. Esto puede deberse a problemas de condensación, falta de ventilación adecuada, filtraciones internas que no se ven a simple vista, entre otros factores.
Es importante tener en cuenta que la humedad excesiva en el hogar puede ser perjudicial tanto para la estructura del edificio como para la salud de sus ocupantes, independientemente de si hay moho visible o no. Por lo tanto, es recomendable tomar medidas para controlar y mantener niveles adecuados de humedad en el hogar, incluso si no se observa la presencia de moho.
Cada situación de humedad en casa puede ser única y requerir un diagnóstico y tratamiento adecuados. Ante cualquier duda, es recomendable consultar a profesionales especializados en el tratamiento contra humedades.
Tratamientos para combatir la humedad
Existen diferentes tratamientos para combatir la humedad en las casas, dependiendo de la causa subyacente del problema. Esta son algunas opciones comunes:
1) Reparar filtraciones
Si la humedad es causada por filtraciones en el techo, paredes o tuberías, es importante encontrar y reparar las áreas afectadas. Esto puede implicar sellar grietas, reemplazar tejas o reparar tuberías dañadas.
Frente a problemas como este, te sugerimos recurrir a los tratamientos antihumedad y anticondensación con tecnología innovadora que proporcionamos en Novanor.
2) Mejorar la ventilación
En casos de humedad por condensación, mejorar la ventilación puede ser una solución efectiva. Aquí tienes algunas sugerencias sobre cómo lograrlo:
- Abre las ventanas: La forma más sencilla de mejorar la ventilación es abrir las ventanas regularmente. Esto permitirá que el aire fresco entre y que el aire húmedo salga.
- Utiliza extractores de aire: Instalar extractores de aire en baños y cocinas ayudará a eliminar el exceso de humedad generado por las actividades cotidianas, como ducharse o cocinar. Asegúrate de encender los extractores mientras estas áreas estén en uso.
- Mantén las puertas abiertas: Mantener las puertas entre habitaciones abiertas ayuda a que el aire circule mejor, facilitando la ventilación en toda la casa.
- Utiliza ventiladores: Colocar ventiladores en áreas problemáticas, como sótanos o rincones con poca circulación de aire, puede ser útil para mejorar la ventilación. Los ventiladores ayudan a mover el aire y a secar áreas húmedas.
- Instala rejillas de ventilación: Si tienes problemas de humedad en áreas específicas, como armarios o sótanos, considera instalar rejillas de ventilación en esas zonas. Estas rejillas permitirán que el aire circule y reducirán la humedad acumulada.
- Evita bloquear las salidas de aire: Asegúrate de que no haya muebles u objetos bloqueando las salidas de aire, como rejillas de ventilación o conductos de aire acondicionado. Esto permitirá que el aire pueda circular libremente.
3) Impide la acumulación de humedad y vapor
En lo posible, no pongas a secar la ropa en el interior de la vivienda, limita esta actividad para los exteriores o has uso de una secadora, ya que la humedad de la ropa se dispersa por el ambiente. Con respecto a la cocina, procura hacer uso la campana extractora durante la cocción de tus alimentos.
En cuanto al área del baño, además del uso de un extractor de aire o vapor, es importante proceder a secar las paredes y ventilar la estancia una vez acabes de tomar una ducha, así podrás eliminar la humedad que se acumula durante la misma y evitar la acumulación de vapor.
4) Impermeabilización
En casos de humedad en sótanos o paredes enterradas, se puede aplicar un revestimiento impermeable en las superficies para evitar la infiltración de agua desde el exterior. Este tratamiento puede requerir la ayuda de profesionales especializados.
5) Controlar la humedad relativa
Mantener niveles adecuados de humedad relativa en el hogar puede prevenir problemas de humedad. Se recomienda mantenerla entre el 40% y el 70%.
También resulta de gran relevancia llevar un control de la temperatura en el interior de la vivienda, procurando mantener un nivel constante cuyo contraste con el ambiente exterior no sea elevado.
Dicho lo anterior, es importante tener en cuenta que cada situación de humedad puede ser diferente, por lo que es recomendable consultar a expertos en el tema. En Novanor somos especialistas en tratamientos específicos para todos los tipos de humedades. Contáctanos para obtener un diagnóstico gratuito preciso y recibir recomendaciones específicas para tu caso.