Como resultado, por abajo se tendrá un flujo constante de humedad, pero por la parte superior mostrará un aspecto seco de manera superficial, solo los primeros 5 cm, ya que por detrás seguirá mojado.
Es importante eliminar la humedad capilar de este tipo oportunamente, a fin de evitar daños estructurales que puedan debilitar los cimientos y muros, situación que aumentaría el peligro de inestabilidad de la edificación.
Adicionalmente, la presencia de agua en los muros generada por la humedad capilar, dificulta la obtención del grado de confort ambiental en la vivienda, incrementando considerablemente el gasto en calefacción.